La atresia tricuspÃdea o atresia tricúspide es un defecto cardÃaco congénito (presente al nacer) que ocurre debido al desarrollo anormal del corazón del feto durante las primeras 8 semanas de embarazo. En esta condición, la válvula tricúspide, normalmente ubicada entre la aurÃcula derecha y el ventrÃculo derecho, no se desarrolla apropiadamente.
Normalmente, la sangre pobre en oxÃgeno (azul) retorna a la aurÃcula derecha proveniente del cuerpo, se dirige al ventrÃculo derecho y luego es bombeada a través de la arteria pulmonar hasta llegar a los pulmones en donde recibe el oxÃgeno. La sangre rica en oxÃgeno (roja) vuelve a la aurÃcula izquierda desde los pulmones, pasa por el ventrÃculo izquierdo y luego, a través de la aorta, es bombeada hacia el cuerpo.
Sin embargo, en la atresia tricuspÃdea ocurre lo siguiente:
La válvula tricúspide no se forma del todo y en vez de eso está presente una placa de tejido en su lugar. Esta placa de tejido evita que la sangre pobre en oxÃgeno (azul) pase de la aurÃcula derecha al ventrÃculo derecho y hacia los pulmones como deberÃa.
El ventrÃculo derecho a menudo se encuentra subdesarrollado.
Existe una abertura entre las dos aurÃculas (comunicación interauricular) y por lo general, entre las paredes ventriculares (comunicación interventricular), lo que permite que la sangre pobre en oxÃgeno (azul) se mezcle con la sangre rica en oxÃgeno (roja).
Un conducto arterial persistente permite que la sangre pase de la aorta a la arteria pulmonar y recibir oxÃgeno en los pulmones.
La atresia tricuspÃdea representa un pequeño porcentaje de todos los casos de enfermedades cardÃacas congénitas y ocurre en aproximadamente 5 de cada 100,000 nacimientos. Uno de cada 5 bebés que nacen con atresia tricuspÃdea también presentan algún otro problema cardÃaco. La AT se produce de igual forma en varones como en mujeres.
El corazón se forma durante las primeras 8 semanas de desarrollo fetal. En la AT, durante la mitad de este periodo de desarrollo, la válvula tricúspide no se desarrolla apropiadamente. El desarrollo ventricular está influenciado por la sangre que fluye a través de él. Dado que la sangre no es capaz de pasar a través de la válvula tricúspide, el ventrÃculo derecho no crece.
Algunos defectos cardÃacos congénitos podrÃan tener un enlace genético que causa los problemas cardÃacos que ocurren con mayor frecuencia en ciertas familias. Este defecto cardÃaco ocurre por casualidad la mayorÃa de las veces, sin razón clara de su desarrollo.
Este defecto cardÃaco hace que los niños se pongan cianóticos (color de piel azulado) ya que sale del corazón una combinación de sangre pobre en oxÃgeno (azul) y rica en oxÃgeno (roja) y va hacia el cuerpo. La cantidad de oxÃgeno que irá al torrente sanguÃneo depende de varios factores. Algunos niños se ponen solo levemente cianóticos mientras que otros no tienen suficiente oxÃgeno en la sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo.
Los sÃntomas aparecen poco después del nacimiento. Los siguientes son los sÃntomas más comunes de atresia tricuspÃdea. Sin embargo, cada niño puede experimentar los sÃntomas de manera diferente. Los sÃntomas pueden incluir:
color azul en la piel, los labios y el blanco de las uñas (cianosis);
respiración rápida;
respiración dificultosa; y
frecuencia cardÃaca acelerada.
Los sÃntomas de la atresia tricuspÃdea podrÃan asemejarse a otras condiciones médicas o problemas cardÃacos. Siempre debe consultar al médico de su hijo para obtener un diagnóstico.
La asistencia médica de su hijo estará a cargo de un cardiólogo pediátrico y/o un neonatólogo. Un cardiólogo pediátrico se especializa en el diagnóstico y control médico de los defectos cardÃacos congénitos asà como también problemas cardÃacos que pueden desarrollarse durante la infancia. Un neonatólogo se especializa en enfermedades que afectan a los recién nacidos, sean o no prematuros.
La cianosis es el sÃntoma principal de que el recién nacido tiene un problema. El médico de su hijo también puede oÃr un soplo cardÃaco durante un examen fÃsico. En este caso, el soplo cardÃaco es un ruido producido por la turbulencia de la sangre que circula por las aberturas que permiten la mezcla sanguÃnea o a través de la válvula pulmonar obstruida.
El examen de diagnóstico para enfermedades cardÃacas congénitas varÃa según la edad del niño, su condición clÃnica y las preferencias institucionales. Algunos exámenes que podrÃan recomendarse incluyen los siguientes:
radiografÃas de tórax. Un examen de diagnóstico que utiliza rayos invisibles de energÃa electromagnética para obtener imágenes de los tejidos internos, los huesos y los órganos en una placa;
electrocardiograma (ECG). Un examen que registra la actividad eléctrica del corazón, muestra los ritmos anormales (arritmias o disritmias) y detecta el estrés del músculo cardÃaco;
ecocardiograma (eco).Un procedimiento que evalúa la estructura y función del corazón al utilizar ondas sonoras que se registran en un sensor electrónico que produce una imagen en movimiento del corazón y las válvulas cardÃacas; y
cateterismo cardÃaco. Un cateterismo cardÃaco es un procedimiento invasivo que brinda información muy detallada sobre las estructuras dentro del corazón. Bajo los efectos de un sedante, se inserta un tubo pequeño, delgado y flexible (catéter) dentro del vaso sanguÃneo en la ingle y se lo hace llegar hasta el interior del corazón. La presión sanguÃnea y las medidas del oxÃgeno se toman en las cavidades del corazón, asà como en la arteria pulmonar y en la aorta. También se inyecta una tinta de contraste para visualizar más claramente las estructuras dentro del corazón.
Una vez que se distingan los sÃntomas, es muy probable que a su hijo se lo interne en la unidad de cuidados intensivos (UCI) o en el cuarto de cunas de cuidados intensivos. Al principio, se le puede suministrar oxÃgeno e, inclusive, se le puede poner un respirador artificial para ayudarlo a respirar. Se administran medicamentos IV, como prostaglandina E1, para ayudar a la sangre a circular al corazón y pulmones. Pueden administrarse otros medicamentos para ayudar a que el corazón y los pulmones funcionen con más eficacia.
Existen otros aspectos importantes para el tratamiento inicial.
Se puede utilizar un cateterismo cardÃaco como procedimiento de diagnóstico o como procedimiento de tratamiento inicial para ciertos defectos cardÃacos. Puede realizarse un cateterismo cardÃaco para evaluar cualquier defecto y para controlar la cantidad de sangre que está mezclándose.
Como parte del cateterismo cardÃaco, puede llevarse a cabo un procedimiento llamado septostomÃa auricular con globo para mejorar la combinación de sangre rica en oxÃgeno (roja) y sangre pobre en oxÃgeno (azul).
Se utiliza un catéter especial que tiene un globo en la punta para crear o agrandar una abertura en el tabique auricular (la pared que divide la aurÃcula izquierda de la derecha).
Se guÃa el catéter a través del foramen oval (una pequeña abertura en el tabique auricular que se cierra poco después del nacimiento) hacia la aurÃcula izquierda.
Se infla el globo.
Rápidamente se tira del catéter, a través de la abertura hacia la aurÃcula derecha, lo que agranda al orificio y permite que la sangre se mezcle entre las aurÃculas.
Se suministra un medicamento intravenoso llamado prostaglandina E1 para que no se cierre el conducto arterial.
El conducto arterial (la conexión normal entre la aorta y la válvula pulmonar) probablemente se cierre si se detiene la infusión de prostaglandina E1. Si esto pasa, se debe de crear quirúrgicamente otro camino para que la sangre llegue a los pulmones y reciba oxÃgeno.
Se realizan una serie de operaciones en los primeros dos años de vida para redirigir la sangre y se agregue suficiente oxÃgeno al torrente sanguÃneo a fin de satisfacer las necesidades del niño.
Todas las cirugÃas se realizan con anestesia general. Existen tres tipos de cirugÃas.
Derivación de Blalock-Taussig. Esta primera operación no es necesaria en todos los bebés. Crea un camino artificial para que la sangre llegue a los pulmones Se hace una conexión entre la primera arteria que nace de la aorta (llamada arteria subclavia) y la arteria pulmonar derecha. Parte de la sangre que viaja a través de la aorta hacia el cuerpo se "desvÃa" a través de esta conexión y fluye hacia la arteria pulmonar para recibir oxÃgeno. Sin embargo, el bebé quedará con algún grado de cianosis, ya que la sangre pobre en oxÃgeno (azul) de la aurÃcula derecha y la sangre rica en oxÃgeno (roja) del lado izquierdo del corazón se mezclan y fluyen a través de la aorta hacia el cuerpo.
Derivación de Glenn. Una segunda operación que a menudo se hace alrededor de los 4 a 6 meses de edad, reemplaza la derivación Blalock-Taussig con otra conexión a la arteria pulmonar. En esta operación se retira la derivación Blalock-Taussig y se conecta la vena cava superior (la vena grande que lleva sangre pobre en oxÃgeno de la cabeza y brazos de vuelta al corazón) a la arteria pulmonar derecha. La sangre de la cabeza y los brazos fluye pasivamente hacia la arteria pulmonar y se dirige a los pulmones para recibir oxÃgeno. Sin embargo, la sangre pobre en oxÃgeno (azul) que vuelve al corazón desde la parte baja del cuerpo a través de la vena cava inferior seguirá mezclándose con la sangre rica en oxÃgeno (roja) del corazón izquierdo y se dirigirá al cuerpo, por lo tanto, el niño seguirá estando cianótico. Esta operación ayuda a crear algunas de las conexiones necesarias para la operación final, el procedimiento de Fontan.
Procedimiento de Fontan. Esta operación a menudo se hace alrededor de los 2 a 3 años de edad y permite que toda la sangre pobre en oxÃgeno (azul) que regresa al corazón fluya pasivamente hacia la arteria pulmonar, lo que mejora en gran medida la oxigenación de la sangre. La derivación de Glenn, que conecta la vena cava superior con la aurÃcula derecha, se deja en su lugar. También se realiza una segunda conexión que dirige la sangre desde la vena cava inferior hacia la arteria pulmonar principal o derecha. Esta conexión se puede realizar con variaciones ligeramente diferentes, según el método que prefiera el cirujano y según lo que sea mejor para la anatomÃa y las presiones cardÃacas de su hijo antes de la operación. Los términos que a menudo se usan para describir las variaciones de Fontan incluyen: clásica, túnel lateral y extracardÃaca.
Después de la cirugÃa, los bebés regresarán a la unidad de cuidados intensivos (UCI) para que se los controle atentamente durante el perÃodo de recuperación.
Mientras que esté en la UCI, se usarán equipos especiales para ayudarle a recuperarse, entre ellos los siguientes:
respirador artificial. Un equipo que ayuda a su hijo a respirar mientras se encuentra bajo anestesia durante la operación. Un pequeño tubo plástico insertado a través de la tráquea y sujetado al respirador, el cual respira por su hijo mientras está muy adormecido para respirar de manera efectiva por sà solo. Después de una reparación de la atresia tricuspÃdea, por lo general es conveniente que los niños permanezcan con respirador artificial durante algunos dÃas para poder descansar.
catéteres intravenosos (IV). Pequeños tubos plásticos insertados a través de la piel en los vasos sanguÃneos para aportar fluidos intravenosos y medicamentos importantes para que su hijo se recupere de la operación;
vÃa arterial. Es una vÃa intravenosa especializada que se coloca en la muñeca o en cualquier otra zona del cuerpo donde se pueda tomar el pulso y que mide constantemente la presión sanguÃnea durante la cirugÃa y mientras su hijo se encuentra en la UCI;
sonda nasogástrica (NG). Un pequeño tubo flexible que drena las burbujas de gas y de ácido que pueden formarse en el estómago durante la cirugÃa;
catéter urinario. Un pequeño tubo flexible que permite drenar orina de la vejiga y que mide con exactitud cuánta orina produce el cuerpo, lo que ayuda a determinar cómo está funcionando el corazón. Después de la cirugÃa, el corazón puede encontrarse un poco más débil que antes, y, por lo tanto, el cuerpo puede comenzar a retener fluidos, lo cual provoca inflamación e hinchazón. Pueden administrarse diuréticos para ayudar a los riñones a liberar el exceso de fluidos del organismo;
tubo torácico. Se puede introducir un tubo de drenaje para liberar al tórax de la sangre que, de lo contrario, se acumularÃa después de cerrada la incisión. Puede producirse una hemorragia durante varias horas o incluso dÃas después de la cirugÃa; y
monitor cardÃaco. Un equipo que exhibe de manera continua una imagen del ritmo cardÃaco de su hijo y que controla la frecuencia cardÃaca, la presión arterial y otros valores.
Mientras su hijo permanece en la unidad de cuidados intensivos o cuando salga de ella, puede necesitar algún otro equipo aquà no mencionado. El personal del hospital le detallará cuál es el equipo necesario.
Su hijo se sentirá lo mejor posible con la administración de diferentes medicamentos; algunos aliviarán el dolor y otros reducirán la ansiedad. Además, el personal necesitará su colaboración para tranquilizar y reconfortar al niño.
Después de haber sido dado de alta de la unidad de cuidados intensivos, su hijo se recuperará en otra unidad del hospital durante algunos dÃas antes de volver al hogar. Antes de que sea dado de alta, usted aprenderá cómo atenderlo en el hogar. Se le explicará acerca de los medicamentos que necesite tomar durante algún tiempo. También se le darán instrucciones escritas acerca de los medicamentos, las restricciones de las actividades y las citas de seguimiento.
Al principio, los niños que han estado mucho tiempo con respirador o que estuvieron bastante enfermos en la unidad de cuidados intensivos, pueden presentar inconvenientes para alimentarse. Estos bebés pueden tener aversión oral; pueden llegar a igualar la sensación de tener algo en la boca, como un chupete o un biberón, con aquella menos placentera de estar con respirador artificial. Algunos niños simplemente están cansados y necesitan recuperar fuerzas antes de poder aprender a alimentarse con biberón. Entre las estrategias que se utilizan para ayudar a los niños a alimentarse se incluyen las siguientes:
fórmulas con alto contenido calórico o leche materna. Pueden añadirse suplementos nutricionales especiales a la fórmula o a la leche extraÃda del pecho con una bomba. Estos suplementos aumentan la cantidad de calorÃas por cada onza, de manera que su hijo beberá menos pero consumirá las calorÃas necesarias para crecer; y
alimentación suplementaria por sonda. Alimentación suministrada a través de un tubo flexible y pequeño que pasa por la nariz y baja por el esófago hacia el estómago. Dicha alimentación puede complementar o reemplazar la alimentación con biberón. A los niños que beben parte del biberón, pero no todo, se les puede suministrar el resto de la alimentación a través de la sonda. Los niños que están demasiado cansados para alimentarse con biberón pueden recibir la fórmula o leche materna simplemente a través de la sonda.
PodrÃan recomendarse medicamentos para el dolor, como acetaminofén o ibuprofeno para mantener cómodo a su hijo. Antes de que su hijo sea dado de alta, analice con su médico las opciones para el control del dolor.
De requerirse cualquier tratamiento especial en el hogar, el personal de enfermerÃa se asegurará de que usted pueda realizarlo de manera individual o con la ayuda de una agencia de cuidados en el hogar.
Puede recibir instrucciones adicionales de parte de los médicos de su hijo y del personal del hospital.
Los bebés permanecerán cianóticos después de las dos operaciones hasta que la última operación (procedimiento Fontan) se haya realizado. Su hijo podrÃa crecer y desarrollarse más despacio que el promedio de los bebés debido a las cantidades más bajas de oxÃgeno disponibles para las necesidades del cuerpo. Luego del procedimiento Fontan, cuando los niveles de oxÃgeno mejoran, muchos niños notan mejoras importantes de crecimiento y desarrollo. Con el tiempo pueden alcanzar a los otros niños.
Luego de cada operación, su bebé necesitará tener seguimiento con un cardiólogo pediatra, quien hará ajustes a los medicamentos, le ayudará con los problemas de alimentación, medirá los niveles de oxÃgeno y determinará cuándo es el momento para la siguiente operación. Algunos adultos jóvenes son candidatos para la revisión de Fontan para evitar la progresión rápida de algunas de las complicaciones a largo plazo y/o para retrasar la necesidad de un trasplante cardÃaco.
Existe un riesgo significativo de desarrollo progresivo de complicaciones con el envejecimiento, como insuficiencia cardÃaca, arritmias, enteropatÃas perdedoras de proteÃnas, congestión/cirrosis hepática y venas varicosas.
El embarazo y otras cirugÃas no cardÃacas representan riesgos mayores y requieren una evaluación cuidadosa y una charla con un cardiólogo congénito.
El seguimiento regular en centros de atención para niños o adultos con problemas cardÃacos congénitos debe continuar durante toda la vida del paciente.
Consulte al médico para obtener más información acerca de la perspectiva especÃfica para su hijo.
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