De acuerdo con el Colegio Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología (American College of Allergy, Asthma, and Immunology), más de 25 millones de estadounidenses tienen síntomas de asma. Este número incluye tanto a los adultos como a los niños.

De hecho, el asma es una de las enfermedades que con mayor frecuencia complican un embarazo. Esto es así si no tiene la enfermedad bajo control. Pero a veces, incluso con el asma bien controlada, los síntomas pueden empeorar durante el embarazo. Si esta embarazada, consulta a su médico para controlar su asma.

Sin embargo, la mayoría de las personas pueden llevar una vida saludable si reciben tratamiento para el asma y mantienen la enfermedad bajo control.

El humo del tabaco de las pipas, los cigarros y los cigarrillos puede desencadenar un ataque de asma. El humo del tabaco también puede empeorar un ataque de asma. Los otros tipos de humo que pueden intensificar los síntomas del asma incluyen el humo de las chimeneas y el esmog.

Un ataque de asma no controlado puede requerir la permanencia en el hospital e, incluso, causar la muerte. El asma prolongado (crónico) no controlado afecta la calidad de vida. Esto sucede incluso cuando el asma es leve. Si usted tiene asma no controlado, puede volverse inactivo.

Un medidor de flujo espiratorio máximo (espirómetro) es un pequeño dispositivo que mide el flujo de aire que sale de los pulmones. Se lo puede usar para medir la función pulmonar en el hogar, en la escuela o en el trabajo.