La anemia hemolÃtica es un grupo de trastornos en los cuales los glóbulos rojos se destruyen más rápido de lo que la médula ósea puede producir. El término para la destrucción de los glóbulos rojos es hemólisis.
La anemia hemolÃtica tiene 2 tipos de causas:
±õ²Ô³Ù°ùòԲõ±ð³¦²¹.Ìý Esto ocurre cuando la destrucción de los glóbulos rojos se debe a una falla dentro de los glóbulos rojos. Este tipo a menudo se hereda. Incluye la anemia de células falciformes, la talasemia o enzimas anormales en los glóbulos rojos. Estas afecciones producen glóbulos rojos que no viven tanto como los glóbulos rojos normales.
·¡³æ³Ù°ùòԲõ±ð³¦²¹.Ìý Esto ocurre cuando la destrucción de los glóbulos rojos proviene de una causa fuera de las células. Esto también se denomina anemia hemolÃtica autoinmunitaria. Parte de las causas son:
Infecciones por bacterias o virus.
Medicamentos tales como los antibióticos, como la penicilina o las sulfonamidas, medicamentos para la malaria o paracetamol.
Cánceres como la leucemia, el linfoma u otros tumores.
Trastornos autoinmunitarios, como el lupus eritematoso sistémico (LES o lupus), la artritis reumatoide, el sÃndrome de Wiskott-Aldrich o la colitis ulcerosa.
El hiperesplenismo, una afección en la que el bazo destruye más glóbulos rojos que lo normal.
Algunos tipos de anemia hemolÃtica extrÃnseca son a corto plazo (temporales) y desaparecen en varios meses. Otros tipos pueden volverse a largo plazo (crónicos) con perÃodos de remisión y recurrencia.
Los sÃntomas más comunes de la anemia hemolÃtica son:
Piel pálida.
Coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia).
Orina de color oscuro.
Fiebre.
Debilidad.
Mareos.
°ä´Ç²Ô´Ú³Ü²õ¾±Ã³²Ô.
Incapacidad para manejar la actividad fÃsica .
Agrandamiento del bazo y el hÃgado.
Latidos cardÃacos rápidos.
Soplo cardÃaco.
Estos sÃntomas pueden ser causados por otros problemas de salud. Consulte siempre al proveedor de atención médica de su hijo para obtener un diagnóstico.
El proveedor de atención médica de su hijo posiblemente sospeche anemia hemolÃtica a partir de los antecedentes médicos de su hijo y de un examen fÃsico. Se le podrán realizar estas pruebas a su hijo:
Hemoglobina y hematocrito. Esta prueba mide la cantidad de hemoglobina y glóbulos rojos en la sangre.
Hemograma completo.  Esta prueba examina los glóbulos rojos y blancos, las células de la coagulación en la sangre (plaquetas) y, a veces, glóbulos rojos jóvenes (reticulocitos). Incluye hemoglobina y hematocrito y más detalles sobre los glóbulos rojos.
Frotis periférico . Se observa una pequeña muestra de sangre con un microscopio. Se examinan las células sanguÃneas para ver si tienen aspecto normal o no.
Otros análisis de sangre . Estas pruebas examinarán la lactato deshidrogenasa, bilirrubina, y haptoglobina, que pueden causar hemólisis persistente. Determinadas pruebas pueden encontrar anticuerpos que causan hemólisis.
Análisis de orina. Estas pruebas pueden detectar hemoglobina producida por la descomposición de los glóbulos rojos.
Aspiración de médula ósea, biopsia o ambas. Esta prueba examina una pequeña cantidad de lÃquido de la médula ósea (aspiración), tejido sólido de la médula ósea (llamado biopsia por punción con aguja gruesa), a menudo de los huesos de la cadera, o ambas. La prueba verifica la cantidad, el tamaño y la madurez de las células sanguÃneas . También puede buscar células anormales.
El tratamiento dependerá de los sÃntomas, edad y salud general de su hijo. También dependerá de cuán grave sea la afección.
Habitualmente un niño con anemia hemolÃtica es tratado por un hematólogo. Es un experto en trastornos sanguÃneos. El tratamiento para la anemia hemolÃtica variará según la causa de la enfermedad y cuán grave sea la anemia . Algunos niños no necesitan tratamiento. Para quienes lo necesitan, el tratamiento puede incluir:
Transfusiones sanguÃneas.
Medicamentos con corticosteroides o esteroides.
Inmunoglobulina intravenosa (IVIG).
Rituximab, un medicamento para controlar el sistema inmunitario.
Antibióticos para tratar la infección si esa es la causa subyacente.
Otros medicamentos, según el tipo de anemia hemolÃtica.
En algunos niños que no responden a otra terapia, pueden ser necesarios estos tratamientos:
·¡²õ±è±ô±ð²Ô±ð³¦³Ù´Ç³¾Ã²¹. Es una cirugÃa para resecar el bazo.
Terapia inmunosupresora. Es el uso de otros medicamentos para controlar el sistema inmunitario.
±Ê±ô²¹²õ³¾²¹´Úé°ù±ð²õ¾±²õ.Ìý Es la extracción de anticuerpos de la sangre que destruyen los glóbulos rojos.
Trasplante de células madre.  En casos graves, se reemplazan las células anormales de la médula ósea por médula ósea de donante.
Las complicaciones dependen de la causa de la anemia hemolÃtica e incluyen:
Efectos secundarios de los medicamentos. Por ejemplo, el aumento del riesgo de infección con los corticosteroides.
Cálculos biliares o cálculos en la vesÃcula biliar.
Coágulos de sangre y coágulos de sangre en los pulmones (embolia pulmonar).
Insuficiencia renal.
Shock.
Insuficiencia cardÃaca.
El manejo de la anemia hemolÃtica depende de la gravedad de los sÃntomas. Los niños con sÃntomas leves tendrán controles sanguÃneos regulares .
El manejo de los niños con sÃntomas más graves es más complejo. A estos niños también se les controlará la sangre regularmente. Es posible que tengan problemas con las actividades diarias debido a sus sÃntomas o al tratamiento. Si su hijo está recibiendo un medicamento que aumenta el riesgo de infección, debe mantenerse alejado de las personas enfermas.
ComunÃquese con el proveedor de atención médica de su hijo si su hijo muestra cambios de conducta. Por ejemplo, es posible que su hijo no pueda estar tan activo como lo harÃa normalmente. También llame al proveedor de su hijo si su hijo tiene coloración amarillenta de la piel, orina oscura o fiebre.
Las anemias hemolÃticas son un grupo de afecciones en las que se destruyen los glóbulos rojos.
La anemia hemolÃtica puede ser una afección hereditaria . O puede deberse a afecciones autoinmunitarias, infecciones, cánceres o medicamentos.
Es posible que un niño necesite que se le realicen pruebas para confirmar el diagnóstico. Estas pueden incluir análisis de sangre, análisis de orina y aspiración o biopsia de médula ósea.
Algunos niños no necesitan tratamiento. Si los necesitaran, los tratamientos habituales son las transfusiones de sangre, los esteroides y otros medicamentos.
Estos son algunos consejos para ayudarlo a obtener el mayor beneficio de una visita al proveedor de atención médica de su hijo:
Conozca el motivo de la visita y lo que desea que suceda.
Antes de su visita, anote las preguntas que desea que le respondan.
En la visita, anote el nombre de un diagnóstico nuevo y cualquier medicamento, tratamiento o prueba nuevos. Además, anote las instrucciones nuevas que su proveedor le dé para su hijo.
Sepa por qué se le receta un nuevo medicamento o tratamiento y cómo lo ayudará a su hijo. También sepa cuáles son los efectos secundarios.
Pregunte si la afección de su hijo puede tratarse de otras maneras.
Sepa por qué se recomienda una prueba o procedimiento y lo que podrÃan significar los resultados.
Sepa qué esperar si su hijo no usa el medicamento o no se realiza la prueba o el procedimiento.
Si su hijo tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el propósito de esa visita.
Sepa cómo puede comunicarse con el proveedor de su hijo después del horario de atención. Esto es importante si su hijo se enferma y usted tiene preguntas o necesita asesoramiento.
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